Emprendimientos sociales en el mundo. Las exigencias del mundo globalizado de hoy conllevan a los países a buscar el desarrollo sostenible y generar valor; no solamente económico sino también social y humano. Esto ha impulsado la práctica del emprendimiento social. Pero su análisis tiene la dificultad de que el mismo no está claramente definido en cuanto su conceptualización, alcance, herramientas y prácticas.
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Si bien, como lo declara las Naciones Unidas en su página web; “el concepto de desarrollo ha cambiado con los años y en la actualidad los países han acordado que el desarrollo sostenible; que fomenta la prosperidad y las oportunidades económicas. Un mayor bienestar social y la protección del medio ambiente, es el mejor camino a seguir para mejorar la vida de la población”. Los mecanismos mediante los cuales se logra ese desarrollo siguen basados en las distintas iniciativas económicas y sociales. Las realizan los individuos o grupos de personas organizados que hoy en día pueden o no ser llamados emprendedores.
Se refiere al proceso educativo y la actitud ciudadana para solucionar problemas del entorno o mejorar la calidad de vida de un grupo de personas. Es el contexto que forma a la persona emprendedora y base de los demás modos del emprendimiento. Su consecuencia es el desarrollo de las distintas expresiones de emprendimiento social; dado por la capacidad de una sociedad de afrontar sus situaciones problemáticas y de promover pautas de mejoramiento para el bienestar social. El emprendimiento puede estar desde la industria 4.0, los videojuegos inclusive y hasta llevar todo un ecosistema.
Se refiere a la capacidad de una persona de ser creativa e innovadora en todos los aspectos de su vida. Ya sea familiar, social, laboral, de hábitos saludables, de estudio, de espiritualidad. Es decir, es la habilidad que tiene un individuo de dejar mejor cada sitio o situación en el que interactúa.
Es dejar huella en la medida que sirva al desarrollo humano. En síntesis; es una actitud personal propia de personas innovadoras y creativas, entusiastas y con alto nivel de realización y proactividad en cualquier medio y circunstancia.
También conocido como “empresarismo”. Hace referencia a la capacidad de una organización para crecer y desarrollarse, manteniendo pautas de responsabilidad social y ética empresarial.
El emprendimiento en México se ha caracterizado por un crecimiento en los últimos 5 años. Tan sólo en el 2016; de acuerdo con el Índice de Competitividad se ubicó en el puesto 57 de 142 países (IMCO, 2016); avanzando cuatro posiciones en el ranking del Foro Económico Mundial. Principalmente motivado por mejoras en los negocios, el impulso a la innovación y la eficiencia de los mercados financieros; sin embargo, aún existe una necesidad de estimular la productividad y de promover el talento emprendedor.
Por otra parte, el Global Entrepreneurship Monitor (GEM, 2015), el estudio más importante a nivel mundial en esta materia desde 1999. Indica que México se ha caracterizado por que su economía está basada en la manufactura; al igual que en diversos países de América Latina, lo que quiere decir que a diferencia de otros países está basada en la eficiencia. Esto repercute en que la mayoría de los emprendedores son impulsados por las oportunidades que observan en el contexto más que por necesidad; y en consecuencia dejan de lado la oportunidad de innovar.
Implica un proceso de búsqueda y aplicación de soluciones efectivas y sostenibles a problemas o necesidades sociales. Todo este proceso implica una serie de factores; que determinan que un individuo u organización no solo identifique un problema y lo convierta en una oportunidad, si no que plantee un solución viable. Factores como la educación, la experiencia propia y hasta el genero pueden determinar el tipo de solución propuesta por un individuo.
Existen otros factores que,independientemente del emprendedor y de la organización influyen en el desarrollo de un emprendimiento social innovador. Estos factores se asocian al ecosistema bajo el cual operan, como lo son: condiciones económicas, las instituciones existentes, la política publica, entre otros.
El emprendedor social es un individuo “dueño” de las ideas; el que genera y propone soluciones novedosas a problemas sociales que ni en el mercado ni las instituciones publicas han podido resolver. El informe Emprendimiento Social en México y Centroamérica 2015, mencionaba que las mujeres apenas empiezan a tener una representación igualitaria como emprendedora social.
Esta tendencia se ha modificado de forma interesante en los últimos 3 años. De acuerdo con los datos obtenidos el 58% de los ESI en 2017 fueron fundados por mujeres, mientras que en 2014 representaban el 40%. Un aumento de 18 puntos. Una de las causas que pueden estar detrás de este incremento en la participación femenina; es la institucionalización del concepto de equidad de genero en América Latina en los últimos años. La discusión en torno a la igualdad de genero y la participación de la mujer como agente de cambio; ha cobrado importancia en las agendas políticas de países como México, Uruguay y Costa Rica.
“La única forma de crear empleo es estimular el espíritu emprendedor. Puesto que es este estímulo el que genera crecimiento económico, mejora la competitividad y aumenta el empleo en una región. La relación entre el crecimiento económico, el empleo y el espíritu emprendedor lleva a los responsables políticos a ser conscientes de que el desarrollo de la iniciativa emprendedora es la mejor política de empleo”
Aernoudt (2012:6).
Conclusión
Por lo anterior; toda sociedad requiere de emprendedores sociales para que ayude y desarrolle nuevas vías hacía el desarrollo en las comunidades sean urbanas o rurales. Es importante documentar el aprendizaje para que las nuevas generaciones sigan formando líderes.
Del año 2011 a la fecha se ha visto que el emprendimiento social en México ha tenido un crecimiento paulatino. Aunque fortalecido por la interacción y aparición de agentes en el ecosistema que lo favorecen; principalmente de aceleradoras, incubadoras y apoyos financieros además del establecimiento de políticas públicas y programas que brindan mayor seguridad a este tipo de acciones.
Sin embargo es necesario brindar apoyo a los emprendedores con la finalidad de profesionalizar y apoyarles en el desarrollo de las habilidades necesarias para iniciar y sostener su emprendimiento en el tiempo partiendo de que el modelo de negocio en el que se basan así como su misión está orientada a la solución de un problema social por lo que se requiere de la identificación de los agentes que puedan brindar mayor apoyo a resolución de dicha problemática con el mayor impacto y con la conciencia de que los resultados se verán mayoritariamente en el mediano y largo plazo.
Aún el camino para las empresas sociales está lleno de retos, sin embargo, se observa como una oportunidad para México donde la innovación y el ímpetu de quienes desean generar cambios para el logro de un bienestar sostenible, serán las fuerzas para el desarrollo regional sostenible y su aportación al futuro del desarrollo social global. Se tiene que fomentar el desarrollo del espíritu empresarial para fortalecer la actitud emprendedora y la visión de empresa ya sea social o individual y también en el estudiante.